Días dulces, con sabor a limón.
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blog name: Dreams of my mind ♣
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domingo, 21 de julio de 2013 at 21:35 with 3 comment(s)
  Una ves oí hablar de un "hilo rojo del destino", un hilo tan fuerte que estaba amarrado a algún dedo de tu mano, que estaba unido a tu persona especial, y el que solo tu podías determinar cortarlo. Un hilo invisible que no puedes verlo aunque quieras, y que solo cosas del destino puede que lo hagan visible.

  Desde el principio encontré aquel relato tan maravilloso, y ¿si realmente es cierto?, desde aquella ves, me decidí completamente desde aquel día esperar a que el destino llegara a mi y me trajera a mi amada persona. Decidí completamente dedicarme a mis rutinas diarias, pero no a buscar gente con la cual sentirme amado, creí que era la mejor manera de esperar un buen resultado, si mas bien yo no buscaría mi amor, el me encontraría a mi... mas bien eso pensé.

  Una amiga del trabajo varias veces me invito a salir a cenar, pero yo estaba tan obstinado en no salir con otra gente que siempre la rechace, también creo que no la veía atractiva como para salir con ella a algún lado. Así pasaron los días ... pero nada sucedía, todo era tan monótono como siempre, supuse que esto no iba a llegar de un día para otro así que le di tiempo. Seguí rechazando las invitaciones a cenar, seguí encerrándome en mi casa y estando a los pies de la lectura, creí que el amor tocaría a mi puerta pero nada. 

Supuse que aun no estaba listo para llegar a mi puerta... aun así seguí rechazando ofertas para salir, y seguí encerrándome en mi mismo con la esperanza de encontrar a alguien, pero nunca sucedió nada.
Un día sábado por la mañana, mientras leía un libro que hace poco había encontrado entre mis cosas y disfrutaba de la brisa sentado en la mesita colocada en mi patio, una ráfaga un tanto fuerte llego sin previo aviso revoloteando las hojas de mi libro, levante mis gafas y de pronto vi un pequeño pajarito posado en el centro de la mesa. Estaba sosteniendo un extremo de un hilo... un hilo rojo... me di cuenta y mire para ver si encontraba el otro extremo de aquel hilo, pero solo vi como se dirigía a mi mano derecha ... Una pena me inundo, comencé a llorar mientras veía como aquel hilo unido a mi dedo estaba cortado y no estaba a nadie unido mientras que aquel pajarito me miraba inmóvil .Cerré mis ojos y solo sentía como aquellas lagrimas caían por mi cara... al abrir mis ojos aquel pajarito ya no estaba.

Luego de aquel encuentro seguí mi rutina de ese día, me encerré en mi casa el fin de semana hasta que el día lunes llego, y con él el trabajo. Al salir de mi casa toda mi vista cambio, todas las personas a mi alrededor tenían aquel hilo, algunas lo tenían cortado igual que el mio, y otros tenían muchos enredos, otros tan solo no tenían fin. Al llegar a mi oficina la misma vista se repitió .. todo era tan triste... mi persona amada corto el hilo y yo me he quedado sin ella, me senté en mi escritorio mientras veía todos aquellos hilos moverse, de pronto aquel pajarito el mismo de mi otro encuentro apareció sobre mi escritorio, trate de no tomarle importancia y desvié mi mirada para no verlo nuevamente... no aguante mucho tiempo y me volví hacia donde estaba pero el ya había desaparecido.

 Cristina apareció de pronto por la puerta de mi oficina, ella fue la que varias veces me invito a salir pero la rechace .Me estaba comentando sobres algunos proyectos del trabajo y cuando la mire a los ojos aquel pajarito estaba sobre su cabeza. En ese momento una desesperación entro en mi y busque con la vista las manos de Cristina, me encontré con la sorpresa de que su hilo rojo estaba igual que el mio... fue cuando comprendí que ella era mi ser querido.. y ella era la que había cortado aquel lazo...

  En ese momento interrumpí de golpe la conversación y le pedí a Cristina que saliera conmigo... pero me rechazo rotundamente antes de terminar la oración y se fue de mi oficina sin decir ni una palabra. Comencé a llorar sin razón, mirando aquel hilo rojo sobre mi escritorio y como aquel pajarito volvía aparecer junto a el formando un nudo en el extremo.

  Para mi ... eso fue una señal, una clara señal de como la vida castiga a aquellas personas que lastiman a otras, aun sabiendo que lo que hacen esta mal. Así es como seguiré solo, hasta que aquel pajarito cambie de opinión y decida amarrar mi hilo con alguna persona, y nos merezcamos mutuamente.


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